Este puto año que se está pasando tan rápido que hasta puedo decir que se pasó de una forma veloz e inesperada. No sé cómo, cuando sufría por esto y lo otro, no se me terminaba mas el mes y cada día me recordaba a algo…Ahora, ese odiar a lo que antes tanto apreciaba, esa felicidad causada por una sola persona, esos llantos nocturnos, esas entradas tan deprimentes y fáciles de hacer, esas charlas en las que sólo pensaba en él aunque estuviese hablando del festival de Brasil, esos celos tan insignificantes, esas llamadas a escondidas, esos tantos mensajes y la cantidad de días infelices que viví gracias al “amor” se fueron; mágicamente…Lo mas lindo, lo espectacular que es la vida, el reír, el abrazar y sentir esas ganas de vivir cada segundo. Esa sensación de cantar a gritos, de llorar de risa, de querer al mundo, de no sé, eso; de no saber nada y que no importe, de hacer favores sin recibir, de ser culpable de esparcir sonrisas por el mundo. Esa sensación se instaló en mí; y sin ganas de irse; se alquiló mi persona y el contrato no vence este año. Porque nadie sabe, ni va a saber; cuando vamos a poder vivir un minuto más…Lamentablemente es así, no sabemos si mañana vamos a estar para compartir o correr, porque no somos inmortales. Así hay un sentido para vivir, más que un sentido hay mas ganas de ser, y existir…Si no se nos terminara la vida, no disfrutaríamos el ahora porque estaríamos sabiendo que lo podemos hacer después. En cambio ahora es todo un misterio, hasta cuando nos dure la vida; hasta esa última milésima de segundo...